domingo, 26 de septiembre de 2010

El corazón de Rosina.



- Buenos días, dijo el Principito.


-Buenos días, dijo el mercader.


Era un mercader de píldoras perfeccionadas que aplacaban la sed. Uno tomaba una por semana y ya no tenía la necesidad de beber.


- Por qué vendes eso? dijo el Principito.


-Es una gran economía de tiempo, dijo el mercader. Los expertos han hecho cálculos. Se ahorran cincuenta y tres minutos por semana.


-Y qué se hace con esos cincuenta y tres minutos?


- Se hace lo que se quiera.


-Yo, dijo el Principito, si tuviera cincuenta y tres minutos para gastar, caminaría muy despacio hacia una fuente.


"El Principito"


Antoine de Saint-Exupéry